En la actual ciudad de Puno, existen
prospecciones arqueológicas como Huajsapata, Punanave, Pirhuapirhuani,
Azoguini, Pataspata, Esteves, Chullun-quiani, Espinar, demuestra una ocupacion
temprana a la ocupacion Tiwanacu.
Orinen del Imperio de los Incas
El origen del Imperio de los Incas, está envuelto de leyendas y relatos
mitológicos que hacen imposible determinar con exactitud la veracidad de los
hechos, período de oscuridad histórica que se extiende hasta los primeros
Incas, por lo que resulta muy difícil establecer en que momento quedo la región
de Puno incorporada efectivamente al Imperio y cuales fueron los Incas que
incursionaron en la región para someterla.
Se cree que cuando se inició la expansión del Tahuantinsuyo las tribus del
Altiplano habían formado pequeños reinos que mantenían enconadas luchas entre
sí, demostrando un espíritu bravío que se mantuvo aún después de haber sido
sometidos al gobierno del Imperio.
Según Inca Garcilazo de la Vega, fue Mayta Capac el primero en intentar la
conquista de la región tratando de someter a los Collas, con los que llego a un
acuerdo amistoso ante las dificultades de doblegarlos militarmente.
Se afirma también que el primero en extender hasta allá el dominio imperial fue
Lloque Yupanqui, al que se le atribuyó la construcción de la fortaleza de
Pucará y que Mayta Cápac continuó su campaña llegando hasta el Tiahuanaco.
Al dividirse el Imperio en cuatro suyos, el Altiplano formo el Collasuyo,
región que mantuvo en constante atención a los Incas por el carácter rebelde y
levantisco de sus habitantes.
Los Incas vieron siempre la conveniencia de mantener allí la eficacia de la
administración imperial, por la gran riqueza minera de la región y sus
criaderos de llamas y otros auquénidos de donde procedía la mayor producción de
la lana para las necesidades del vestido.
Según algunos relatos de la época hubo un anciano descendiente de Curacas
Huancas que decidió proclamarse monarca con el nombre de Huancané, para vengar
la muerte de Atahualpa, pero murió sin ver realizados sus propósitos.
En el Cusco se enteraron los conquistadores de la riqueza minera de Puno y de
los muchos bienes que poseían los curacas de esa provincia, cuyos pueblos
conocieron pronto la codicia de los invasores y sufrieron los estragos de la
implacable búsqueda de tesoros.
Francisco Pizarro y un numeroso grupo de soldados pasaron al otro lado del lago
y llegaron hasta la región de los Charcas, de donde regresaron entusiasmados
por el botín que recogieron.
En 1546, la actual ciudad de Puno, era una aldea. Entre 1578 y 1583 fue un
reparto del Corregimiento de Paukarkolla.
En las luchas que siguieron a los años iniciales de la ocupación del territorio
por los españoles, las huestes de capitanes leales y rebeldes cruzaron muchas
veces los campos de Puno.
Hasta allí llevaron sus correrías Francisco de Carbajal y otros capitanes de la
conquista en Huarina, cerca del lago Titicaca, fue vencido Centeno por Gonzalo
Pizarro en último esfuerzo por recuperar el terreno perdido ante el ímpetu de
la Gasca
Los historiadores y Comentaristas del pasado Puneño han cambiado la aseveración
de que la capital de este Departamento fue fundada por el Virrey Conde de Lemus
cuando fue a sofocar los disturbios de Laykakota.
Las famosas minas de Laykakota fueron descubiertas y explotadas en 1657 por los
hermanos Gaspar y José Salcedo, que en poco tiempo se convirtieron en los
hombres más adinerados. Se llegó a decir que la riqueza de Laykakota no era
igualada en América por la cantidad de plata que se podía extraer finalmente de
los mencionados yacimientos.
Aunque se les tenía por hombres generosos y desprendidos, la actitud
autoritaria, su ambición por ganar posiciones sociales y políticas; y su
menosprecio por personas que se consideraban importantes, originó malestar y
descontento contra ellos.
Según afirman algunos, los hermanos Salcedo fundaron la ciudad de Puno a la
usanza española, con el nombre de San Juan Bautista, cuando descubrieron las
minas de Laykakota en mayo de 1657.
No existe acta, ni documento que compruebe la fundación de Puno, pero es
evidente, según han señalado varios autores, que al lado de las minas de
Laykakota se formó otra población que adquirió gran importancia, llamada San
Luis de Alba, que llegó según algunos a tener
hasta 10 000 habitantes y que fue designada capital de la provincia de
Paucarcolla que así se llamaba entonces Puno.
El descontento de algunos sectores de esta población contra los hermanos
Salcedo originó el recrudecimiento de una tradicional rivalidad entre andaluces
y vascongados, momentáneamente aplacada cuando los españoles se vieron
obligados a unirse para defenderse de la rebelión indígena iniciada en la Paz
en 1661; en el curso de la cual los rebeldes asaltaron y saquearon Laykakota,
San Juan Bautista y otras poblaciones.
Pero restablecida la autoridad de los españoles se acentuó la división entre
ellos, generándose los graves disturbios que se iniciaron en 1665, siendo
Virrey el Conde de Santisteban, quien designó Gobernador al Conde Angel de
Peredo, que perdió la vida en los sangrientos sucesos, así como otras personas
de la localidad, entre ellas un jesuita, lo que contribuyó a aumentar entre los
grupos rivales.
Este fue uno de los graves asuntos que encontró el Conde de Lemus al hacerse
cargo del Virreinato por lo que decidió viajar a Puno. Drásticamente puso fin
al caos, mandando a ejecutar a José Salcedo y otros protagonistas de los
sucesos.
El Virrey mandó destruir la ciudad de Laykakota o sea San Luis de Alva y ordenó
que la capital se trasladara a San Juan Bautista de Puno, dándole el nombre de
Villa, con los nombres de Concepción y San Carlos de Puno. Este hecho originó
la creencia de que el Conde de Lemus había fundado la ciudad.
Se afirma que cuando el Virrey llegó a Puno, ya existía una población con sus
calles, la Capilla San Juan Bautista para indígenas, la Concepción para
españoles y mestizos, sobre la que después se edificó la Catedral. En la
actualidad existe la casa en que se alojó el Virrey, conocida como la casa de
Conde de Lemus.
Como se observa por los párrafos antes relatados, sobre la fundación de Puno,
existe controversias históricas y seguirá en debate tal hecho histórico en
tanto no se encuentre el acta o documento de fundación.
Según la tradición señala como fecha de fundación el 4 de Noviembre de 1668.
Por bando del 3 de Noviembre del citado año, Puno fue elevado a rango de Villa
con el nombre de San Carlos Borromeo de Puno, en Homenaje al Rey Carlos II y a
San Carlos Borromeo. El 4 de Noviembre de 1668, se oficializa el hecho con una
misa solemne celebrada en la Capilla de la Inmaculada Concepción. Es asi que
dicha aldea sufre una modificacion considerable a consecuencia del traslado de
la poblacion de Laykakota por efecto de enfrentamiento entre mineros españoles.
Al crearse el Virreinato de la Plata por Cédula Real del 1º de Agosto de 1776,
se incorporó a él la Audiencia de Charcas, dentro de la que estaba incluido
Puno. Pero en 1776 Puno, convertido en Intendencia, fue reincorporado al Perú
en atención a las dificultades que había en las comunicaciones con Río de la
Plata.
La Villa de San Carlos de Puno se desarrollo rápidamente y pronto sus
pobladores, que habían combatido la rebelión de don José Gabriel Condorcanqui,
solicitaron mercedes y privilegios para su ciudad. La corona le concedió el
título de Fiel ciudad de San Carlos de Puno, en tiempos del Virrey don Agustín
de Jáuregui.
En los años de la Independencia , una ola de inquietud conmovió el
departamento, que fue punto obligado de contacto entre los rebeldes patriotas
del Perú y los del Río de la Plata , y una y otra vez las huestes libertadoras
cruzaron su territorio.
Entre los notables sucesos de los primeros años de la República , se recuerda
la visita de Simón Bolívar en 1825, cuando José Domingo Choquehuanca, pronunció
en Pucará la más grande loa que se ha hecho al libertador: "Con los años
crecerá vuestra gloria, como crece la sombra cuando el sol declina"
En 1827, José de Santa Cruz estaba en vías de convertirse en presidente de
Bolivia y abrigaba la idea de fusionar su país con el nuestro. Para servir a
este propósito, fundo en Puno una logia masónica en la que pretendía reunir a
los hombres de ambos países que secundaran sus planes.
En los años iniciales de la República , Puno se convierte en campo de acción de
las rencillas de políticos peruanos y bolivianos que durante años mantuvieron
la región en estado de intranquilidad, sucesos que culminaron con la batalla de
Ingavi, en la cual los bolivianos invadieron el sur del Perú.
Puno sufrió verdaderos destrozos en sus poblaciones que quedaron indefensas
ante los desmanes de los bolivianos, que se extendieron hasta Tacna y Moquegua.
Esta situación terminó con el tratado de Puno, suscrito el 7 de Junio de 1842,
aceptando los bolivianos retirarse del territorio nacional.
La historia recuerda dos brotes separatistas surgidas en Puno. El primero fue
la propuesta de Francis Carrascón y Solá a la Corona de España para formar un
nuevo Virreinato con Puno como capital, teniendo en consideración la
importancia que por sus riquezas mineras había adquirido el Altiplano.
Más tarde, él en la República , el Prefecto Benito Lazo Trató de organizar una
reunión en Lampa con los prefectos del Cusco y Arequipa como un intento para
constituir un nuevo estado con los departamentos del sur, pero no le prestaron
acogida.
La navegación en el lago Titicaca, hecha en botes de totora desde hace muchos siglos,
vio las primeras embarcaciones a vapor en 1871, cuando se armaron allí los
vapores Yavarí y Yapurá, transportados a lomo de bestia desde Arica. Los
españoles habían llevado los primeros bajeles de madera en 1617. Desde hace
poco los lugareños comenzaron a utilizar embarcaciones con motores dentro y
fuera de borda.
Cuenta la leyenda que de las
aguas del Titicaca emergieron Manco Cápac y Mama Ocllo, míticos fundadores del
imperio de los incas. Lo cierto es que en la región de Puno se desarrolló una
de las culturas pre-incas más importantes, la Tiahuanaco, máxima expresión del
antiguo pueblo Aymara.
Entre los años 800 y 1200 d.C. el
altiplano, compartido hoy por Perú y Bolivia, fue testigo del desarrollo de la
cultura Tiahuanaco. Una civilización cuya influencia, especialmente en el
ámbito religioso, se dejo sentir en casi todo el territorio peruano. Con
destreza desarrollaron la arquitectura, la litoescultura, la cerámica y la
textilería, dejando en todas sus piezas, una iconografía religiosa que aún no
comprendemos a cabalidad. Al decaer el poder Tiahuanaco, diversas culturales
locales surgieron en sus antiguos dominios. Los Collas y Aymaras destacaron
sobre los demás reinos.
Los Incas, en el siglo XV,
entraron en la meseta del Collao conquistando violentamente a los grupos collas
que habitaban tanto la parte alta como las tierras bajas. Otros pueblos como
los lupacas, pacajes yazángaros optaron más bien por aliarse a los Incas y
establecieron vínculos de reciprocidad con los gobernantes cusqueños.
Los conquistadores españoles
establecidos en Cusco tuvieron noticias de las riquezas que guardaba la región
del Collao. Empezó así, la presencia hispana en el Altiplano.
A mediados del siglo XVII, el
control de las minas de Laycacota ocasionó terribles disputas. El propio virrey
Conde de Lemos viajó hasta la zona para pacificarla y fundó entonces la actual
ciudad de Puno con el nombre de San Carlos de Puno el 4 de noviembre de 1668.
Más tarde, durante el siglo XVIII, la población indígena de la región apoyó la
rebelión de Túpac Amaru y la de Túpac Catari, y exigió poner fin a los abusos
cometidos por las malas autoridades.
En el siglo XX los campesinos
puneños se levantaron nuevamente, esta vez con Teodomiro Gutiérrez Cuevas Rumi
Maqui
Huancané, Lampa, Melgar,Moho, San
Antonio de Putina, San Román,Sandia, Yunguyo.
CLIMA
La ciudad de Puno es de clima frío y semiseco. La temporada de
lluvias se inicia en octubre y concluye en abril. La temperatura media anual máxima es 14,4°C (57,9ºF) y la
mínima 2,6°C (36,7ºF).
GASTRONOMÍA
Los platos típicos del Departamento de Puno son el chairo,
sopa hecha de carne de cordero; fricasé, hecho a base de carne de cerdo y mote
(maíz grande hervido) el cual se recomienda comerse cuando está muy caliente;
thimpo, plato hecho de cordero o pescado carachi (de la especie orestia spp), y
el muy nutritivo pesque, con quinua, queso y huevos.


FOLKLORE
Aunque se sabe que Puno posee más 350 danzas registradas, sus
expresiones musicales se distribuyen en varios tipos, aquí te daremos toda una
breve lista de las danzas más conocidas del departamento de Puno. Podemos
definir a las danzas nativas o autóctonas donde destacan los chacareros;
Llameritos o la danza de los criadores de llamas, quienes danzan simulando el
paso de estos auquénidos andinos; Carnaval de Capullani; Pinquilladas; Sicuris,
una danza ceremonial de origen de la época incaica muy bailada por los aymaras;
Vicuñitas, Unu Cajas, Mallku Condoriri, conocido como la danza del cóndor
sentado, entre muchas otras.
Tenemos también la danza de Trajes de luces, muy bellas y coloridas por cierto; donde destacan las morenadas o danza de los morenos que tiene cientos de años en vigencia y sigue siendo uno de los más populares y vistosos; y las famosas las diabladas, el mismo nombre lo dice es una danza que interpreta al ser maléfico andino, el diablo. Se trata de una danza religiosa, preciosa, donde se recrea un espectáculo coreográfico, considerado un ballet del pueblo por la cantidad de intérpretes, la vestimenta vistosa y la perfección en sus coreografías.
Tenemos también la danza de Trajes de luces, muy bellas y coloridas por cierto; donde destacan las morenadas o danza de los morenos que tiene cientos de años en vigencia y sigue siendo uno de los más populares y vistosos; y las famosas las diabladas, el mismo nombre lo dice es una danza que interpreta al ser maléfico andino, el diablo. Se trata de una danza religiosa, preciosa, donde se recrea un espectáculo coreográfico, considerado un ballet del pueblo por la cantidad de intérpretes, la vestimenta vistosa y la perfección en sus coreografías.
Por si
no lo sabías, Puno, además de sus bailes típicos tiene mucho por ofrecer para
que disfrutéis de unos viajes plenos y satisfactorios. Por ejemplo, podemos
visitar al mayor lago navegable del mundo, el Titicaca, visitar ruinas de la
cultura Tiahuanaco que se posó en la zona hace miles de años, recorrer los
variados parajes altiplánicos o asistir a la más famosa fiesta popular de
todas, que hoy en día es reconocida como patrimonio cultural del Perú, la
Virgen de la Candelaria, que se celebra en el mes de febrero.


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